La gente que ama a los robots y quiere defender sus derechos
En diciembre de 2006 el robot Asimo caía al tratar de subir una escalera en una demostración en Tokyo. Aquella caída generó una reacción singular en los medios: mucha gente se rió e inclusocelebró aquella perfecta torpeza robótica. Otros, no obstante, se sintieron mal y compararon la caída con la que podría sufrir un niño pequeño que está aprendiendo a andar.
El debate no era nuevo, y no lo es ahora. Los robots siguen avanzando y ya hay organismos que quieren preparar al mundo para lo que se nos viene encima. Y hacerlo en un área al que muchos ni siquiera han prestado atención todavía: el de la defensa de sus derechos y la aparición de lo que podríamos llamar como un movimiento pro-robótico que en cierta forma podría compararse a los movimientos animalistas que protegen los derechos de los animales. ¿Dónde estamos, y hacia dónde vamos?
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